Tecnologias
[Redes Sociales]
Las redes y sus “misterios” requieren ciertos valores guía que nos ayudan a decidir qué publicar y cuándo.
Ing. Javier Giacco | Suscriptor
[dropcap] N [/dropcap] o. No me estoy refiriendo a Google+, esa red social que es mejor que Facebook pero llegó tarde al mercado.
Imaginen que cada búsqueda que hiciéramos en Google fuese subida a Twitter o Facebook. Bueno. Seth Stephens Davidowitz escribió un interesante artículo que relaciona posteos en las redes sociales y búsquedas en Google. Los resultados son sorprendentes.
Mientras que en las redes sociales la frase “Mi marido es…” termina generalmente con “el mejor”, “extraordinario” o “mi mejor amigo”, en Google, la búsqueda “Mi marido es…” es seguida más frecuentemente por “un imbécil”, “gay” o “molesto”. Katy Perry está entre los artistas top ten escuchados por hombres, por encima de Bob Marley, Kanye West, Kendrick Lamar y Wiz Khalifa. Pero estos artistas tienen más likes en Facebook.
[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»large»] ¿Cómo se explica esto? [/button]
Hay dos ejes sobre los cuales se mueve constantemente nuestra vida en las redes sociales: el de la autenticidad vs falsedad: ¿cómo quiero que me vean?, y el de la privacidad vs publicidad: ¿cuánto quiero mostrar?
Y ¿cuál es tu objetivo en las redes sociales? Desde ser popular hasta generar dinero. Si bien el objetivo varía de una persona a otra, si queremos tener una vida saludable en las redes y fuera de ellas, se requiere una respuesta sincera y actuar en consecuencia.
[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»large»] Nuestros objetivos [/button]
¿Queremos dar una imagen cool? ¿Queremos mostrar que tenemos muchos amigos, que somos buenos en algún deporte, buenos padres, creativos, nuestros esfuerzos y logros? ¿Queremos compartir momentos con los que no están ahí? ¿Con quiénes? ¿Cuánto? ¿Buscamos competir? ¿Cómo voy a usar cada red social? ¿Entiendo las diferencias que existen entre ellas?
Y así como cada uno tiene su propio propósito en las redes sociales, también cada uno tiene una interpretación sobre el propósito de lo que publican los demás. ¡Otro punto para atender!
Me molestaba que un amigo subiera una foto cada vez que nos juntábamos a comer. No podía comer si no sacaba la foto y la publicaba. Yo pensaba que para él era más importante que los demás supieran que estaba con nosotros, que estar con nosotros. Lo hablamos y entendí que él veía un medio para que la foto quedara y pudiéramos guardarla como un recuerdo. También a través de los comentarios conectaba con viejos amigos y, por qué no, atraía a la siguiente comida a aquellos que no habían venido a esta.
[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»large»] Nuestros filtros [/button]
Una vez que tengamos identificado nuestro objetivo, podremos aplicar los filtros correctos para administrar la autenticidad y la privacidad.
La autenticidad tendrá que ver con qué material consideramos “posteable” y cuál no. A todos nos gustan los “likes”. Generan dopamina en nuestro cerebro. Claramente uno no va a crear una historia de Instagram cuando está discutiendo con su pareja.
En las redes sociales tiende a mostrarse momentos lindos, lugares increíbles, cosas graciosas, reflexiones, pensamientos, opiniones e incluso mensajes melancólicos o de enojo. Dentro de ciertos límites tácitos, logramos sentirnos cómodos con la distancia que se genera entre lo que se muestra y se vive. Si uno dejara fluir, más se parecerían estas dos imágenes. Mientras más uno trate de pensar, editar y reescribir, perderá más naturalidad.
Por otro lado, la privacidad tendrá que ver con cuánto compartimos y con quiénes. Los nativos digitales tienden a no tener este filtro. Publican casi todo. Sin analizar quién lo leerá o cómo se interpretará. Hace unas semanas, unos jóvenes a los que se los había aceptado en Harvard, fueron finalmente rechazados por comentarios racistas y chistes de muy mal gusto que subieron en un grupo “cerrado” de Facebook. Lejos de discutir sobre lo que hizo el departamento de Admisión de Harvard, es un buen ejemplo de que lo que alguien publica, creyendo que es inofensivo, puede ser interpretado de otra forma. Si estos chicos se hubieran juntado en un fogón y hubieran hecho los mismos chistes, el departamento de Admisión de Harvard nunca se hubiera enterado. Pero lo escribieron. En un grupo cerrado, que ya vemos que no era tan cerrado. Lo que escribimos en alguna red puede transformarse en público. Publicar, después de todo, es justamente hacer público.
[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»large»] Usos y costumbres [/button]
Las redes sociales tienen muy pocos años de vida. Los usos y costumbres todavía están en creación, así como las interpretaciones. Quizás en unos años las interpretaciones cambien y las reglas sociales a las que estuvimos acostumbrados durante siglos también.
De lo que estoy seguro es que los valores como integridad y autenticidad no pasarán de moda. Si uno se comporta en las redes sociales y en la vida en consonancia con sus valores, podrá dormir tranquilo. Incluso aunque a Google se le ocurriese publicar nuestras búsquedas en las redes.