papá y mamá
Muchas mujeres necesitan viajar por trabajo pero lo ven incompatible; otras se van pero se sienten culpables y dejan un mal sabor en casa. ¿Existe otra opción?
Arantxa Escribano | Periodista | arantxaescribano.724@gmail.com
[dropcap] « [/dropcap] Chicos: ¡mamá sale de viaje la semana que viene!” Con esta frase se logra: poner de cabeza la casa entera, o en marcha toda nuestra imaginación para seguir ‘estando presentes’ durante esos días de ausencia… porque en definitiva, de eso se trata: de estar presentes a la vez que nos ocupamos de los tantísimos compromisos de la vida fuera de casa.
Mis sugerencias bien valen para mamás como para papás que viajan. ¡Hombres, no se me distraigan! y Aquí les dejo un listado que me ha resultado verdaderamente exitoso en cada uno de mis viajes:
Ante todo, procuro que el viaje no se extienda más de una semana. Cuando son más largos, intento no ocupar dos fines de semana, y así para todos resulta más llevadero.
Compras organizadas: las dejo hechas antes de partir. La lista de la compra, en lo posible, preparada por internet para que quien se quede a cargo, pueda realizar un refuerzo con las marcas y productos que se usan habitualmente.
Un mimo extra: un postre casero en la heladera nunca falla. Intento que me extrañen menos los niños… ¡incluyo a mi marido! Las notitas de cariño en: cartucheras, almohadas y rincones de juguetes les encantan. Notitas para todos, hasta para quien los cuida en casa cuando mi esposo va a su trabajo. No hay que descuidar al personal de ayuda en casa.
Llamadas: todos los días, ¡sin falta! Pero si no quieren hablar conmigo no me preocupo… respeto su sentir en ese momento, cada uno extraña a su modo. En varias ocasiones les dejo un mensaje de voz para que sepan que estoy pensando en ellos.
Actividades: las dejo anotadas en una hoja que pego en la heladera, y a su vez las traslado a mi agenda para preguntarles cómo les fue en cada uno de los eventos que tuvieron a lo largo del día. Para ellos es… ¡importante!!! Desde el cumpleaños de un amigo hasta un examen en el periodo escolar o una actividad deportiva de la que han participado.
Recién a partir de los 5 ó 6 años son capaces de entender el concepto del tiempo. Para que la ausencia no les genere ansiedad es bueno que puedan visualizar las actividades de cada día y cuándo es el momento en que regresa mamá.
Regalitos: trato siempre de traerles un detalle (no un gran regalo, sino un presente). Normalmente lo busco relacionado con el país o ciudad que visito. Así también van aprendiendo. Recuerdo que de República Dominicana les traje unas maracas con la bandera, de España un rompecabezas con las provincias, de México unos dulces picantes, de Inglaterra un cuaderno donde podían dibujar los monumentos más importantes de Londres, etc.
Ropa para eventos especiales: para agilizar la elección de atuendos por parte de mi marido (o baby sitter en caso de que mi esposo no pueda ocuparse), dejo en un estante del ropero todos los conjuntos preparados con el regalito que tienen que llevar.
Pero sin lugar a dudas lo más importante es: ¡irse sin culpa!
La culpa la transmitimos sin darnos cuenta. Una mamá que se va angustiada, deja niños angustiados. Una mamá que se va tranquila deja niños que, si bien la extrañarán, sabrán que mamá sigue detrás de todo. En definitiva, extrañarse un poquito siempre renueva y ¡hace bien