Adolescentes
Es frecuente esta disyuntiva entre los adolescentes. “Descolgarse” del grupo es un desgarrón y “perder” a esa chic@ sería poco menos que el fin del mundo.
Felipe Yofre | Escribano | Instructor en talleres Protege tu Corazón | felipe@escyofre.com.ar
Cuando existe una tensión entre salir con los amigos o con el novio/a hay algo que revisar, por eso me gustaría dejar bien clarito que una de las cosas más maravillosas que hay es el corazón de una persona. Puede agrandarse indefinidamente, con lo cual no debería contraponerse un amor con otro. Dicho de otro modo, no tendríamos por qué “optar” entre mis amigos y mi novia. Tras esta definición podríamos estar terminando la nota, pero hay tantas situaciones en que se plantea esta alternativa que voy a tratar de ir por partes.
[button link=»» color=»red» icon=»» size=»small»]¿Cómo va el corazón?[/button]
A medida que voy creciendo, mi corazón se debe ir poblando de “amores” que me vayan enriqueciendo. Tenemos que crecer en todos los aspectos de la vida, y este es uno. De chico casi que el amor de mis padres ocupa todo, luego van apareciendo los hermanos, abuelos, primos. Más tarde compañeros de colegio, de deporte, amigos. Aparece con el tiempo el amor de pareja que si se consolida me enriquece y se continúa en amor de padre… ninguno se contrapone, ¡todos me van enriqueciendo!
Tengo que ser inteligente e ir profundizando aquellos amores que me consolidan como persona y me ayudan a lograr mis objetivos en la vida, de acuerdo a mis principios y valores.
[button link=»» color=»red» icon=»» size=»large»] Sensación de “encierro”[/button]
¡Cuidado con esta señal! Puede pasar cuando encaramos un noviazgo, incluso con la mejor de las intenciones pero podemos hacer y puede hacernos daño. El clásico ejemplo se da cuando transitamos una relación a la que le exigimos determinadas cuestiones que son de otra edad.
Exigencias en el tiempo que se comparte, en el compromiso afectivo, o incluso en lo que a lo físico se refiere. La intensidad de compromiso en un noviazgo de 14 o 15 años no es la de una pareja de 25. Nuestra madurez no es la misma, nuestras vivencias, nuestros proyectos a mediano y largo plazo comúnmente no están tan claros.
Suele venir acompañada esta sensación de encierro con algunas manifestaciones de celos, que producen falta de oxígeno al noviazgo, y algo lindo puede transformarse en una carga y acabarse con alivio.
Nuestra madurez no
es la misma, nuestras
vivencias, nuestros
proyectos a mediano y
largo plazo comúnmente
no están tan claros.
[button link=»» color=»red» icon=»» size=»large»]Mis amigos[/button]
Por supuesto que de ninguna manera la opinión de mis amigos o padres debe “determinar” mi decisión de con quién iniciar o continuar un proyecto afectivo como es el noviazgo.
Pero sería poco inteligente si no te afirmara que aquellos afectos sinceros, sanos y puros que existen previos al noviazgo nos pueden servir de guía y orientación en momentos en los cuales podemos estar encandilados. El capitán del barco es quien en definitiva escoge el rumbo para llegar a puerto, pero utiliza elementos para tomar su decisión -estrellas, brújula, vientos- y después puede utilizar o no algunas de esas ayudas. Quien decide soy yo pero vale tomar opiniones de gente que ha transitado situaciones similares y que me ha probado su amor sincero.
En cambio, si mi novia o novio me está alejando de mis amigos o de mi casa, estamos ante una señal de alerta. El verdadero amor complementa, rellena, me eleva, ensancha horizontes, no los achica.
Si me empiezo a encontrar en un lugar donde tengo que elegir entre mis amigos o mi novia, hay algo que puede no estar funcionando bien.