El que busca dentro de uno, encuentra, se sorprende de cuánto puede dar y gozar de la vida.
Todos ya tienen sus proyectos para el 2016… Yo, en cambio… mis hijos se casaron y me cuesta mucho adaptarme a mi soledad. Mi marido viaja todas las semanas y cuando vuelve, su prioridad es el deporte, que le lleva varias horas. ¿Yo? No la paso bien.
[dropcap]H[/dropcap]Hay madres que se adaptan mejor a esta etapa de la vida, que logran -a través de los años- no sólo mantener una buena relación con su marido e hijos sino que gozan de sus nietos. Generalmente tienen una vida propia, un trabajo que les gusta, una actividad intelectual, espiritual, artística, solidaria o deportiva que les entusiasma. Tienen, también, amistades personales y ponen su
creatividad en algún proyecto. Pensá que, tal vez por ocuparte de tus hijos, hubo algo que te quedó pendiente de las cosas que te gustaba hacer, para que puedas
desarrollarlo este año.
Es necesario tener grandeza de espíritu
para no pensar en «todo»
lo que te deben tus hijos.
El hecho de tener intereses propios, más allá de la familia, te permite seguir creciendo, no importa la edad que tengas, y así, dejás vivir a tus hijos sus vidas. Al mismo tiempo, te sugiero ofrecerte a ayudarlos dentro de tus posibilidades para que sepan que pueden contar con vos.
Con tu actitud podés percibir el alejamiento o la aparente indiferencia de tus hijos, como algo natural e incluso deseable, ya que esa es la condición que les permitirá seguir madurando, ser independientes.
Además, hay algo a lo que salgo al paso, por si lo pensás inconscientemente.
En esta etapa es necesario tener grandeza de espíritu para no pensar en “todo”
lo que te deben tus hijos, o cuántas cosas hiciste por ellos.
Los sacrificios, las privaciones, los esfuerzos para educarlos, para que sean personas de bien, ellos deberán hacerlos ahora con sus propios hijos y esa será
la única compensación que pueden esperar con tu marido. Así no caerás en el resentimiento y no te sentirás defraudada precisamente por tener falsas expectativas.
Cuando hay libertad surge el amor; si falta, se transforma en rencor y culpa, emociones que afectan negativamente el normal desarrollo de las personas. Porque lo más importante no es ver o escuchar a los hijos todos los días; es sentir la unidad familiar a través de los kilómetros que sean.
En las distintas etapas familiares hay cambios que permiten evolucionar y tener otra oportunidad en la vida para disfrutar, para lograr nuevos vínculos, nuevos intereses sin dejar nunca de aprender cosas nuevas.