EL VESTIDO

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Evangelina Meilán

Para todas las mujeres el vestido de novia es “el vestido”. Siempre hay un momento de toma de conciencia del paso que van a dar. Evangelina Meilán, quien desde hace más de 15 años trabaja con y para las novias, nos pasa su experiencia y sus tips de onda.

MARÍA LESCANO| PERIODISTA | MARIALESCAN@YAHOO.COM.AR

[dropcap]E[/dropcap] vangelina tiene su estudio puesto con sencillez y buen gusto, tal como es ella. Con su cara de niña nos cuenta que tiene 40 años, que se casó hace 7 y que tiene un hijo que se llama Wenceslao.

Está feliz, confirma que su casamiento le dio más consistencia a su trabajo.

Aunque hace 16 años que está en esto, estudió Diseño de Modas, trabajó con prestigiosas diseñadoras en Buenos Aires y en Europa, desde que se casó siente que las chicas confían más en ella, ven que pasó por lo mismo, que sabe no solo de Alta Costura sino, y especialmente, de lo que sienten en este momento tan especial de sus vidas.

SV| ¿Cómo llegan a vos las chicas y madrinas que vestís?

EM| Generalmente antes de venir a hacerse el vestido, las chicas ya novios 2 67hicieron su búsqueda, ya me encontraron en la web, en Facebook. Así que ya conocen mi gusto, mi estilo tranquilo, más bien tradicional y me eligen por eso, por lo que, generalmente, también se dejan asesorar.

Hay mucho «boca en boca», se pasan el dato de una a otra, a lo mejor viene la hermana de una que vestí hace cinco años.

Vienen de muchos lugares de Córdoba, Salta, La Pampa, Neuquén.

SV| ¿Cómo podés, entonces, acertar con lo que cada una quiere?

EM| Me gusta charlar mucho con ellas, necesito empaparme bien de lo que quieren, qué efecto quieren lograr, qué tipo de casamiento va a ser, a qué hora, dónde, cuántos invitados, para que todo sea armonioso.

A veces traen una idea en la cabeza de algo que quieren pero, viéndolas, te das cuenta de que no da con su estilo, con su figura o con lo que te dicen que quieren comunicar; entonces, es un buen momento para ayudarlas a acertar y que el vestido coincida con lo que realmente quieren.

SV| ¿En qué aspectos te fijás para descubrir lo que más se adecúa?

novios 1 67EM| Son muchas cosas; por ejemplo, que no sea una desproporción su vestido con el resto. Si la madrina va a llevar algo demasiado  importante, que ella no sea menos, y al revés: que lo de ella no resulte algo extravagante en el entorno. Ese día es ella quien debe brillar.

SV| ¿Hay algunos detalles en los que notes que llegan con más o menos idea?

EM| Después de las conversaciones que tenemos y alguna prueba, ya saben que lo que les vas a decir es lo mejor para ellas.

Por ahí proponen un escote desproporcionado o una espalda descubierta y desde la estética trato de arreglarlo.

Algunas veces vamos ahondando un poco, pensando juntas. «Mirá que te va a ver todo el mundo» –les digo- «va a estar el abuelo, el cura, que
te vas a mover, que vas a bailar. ¿Quién querés que te vea como la más linda?, o ¿para quién te querés vestir?» A veces, se dan cuenta de que es por influencia de las amigas o porque no lo habían pensado antes.

Hay muchos ejemplos como este.

SV| ¿Notás que llegan con un promedio de edad más elevado?

EM| Sí, en general creció la edad, están más maduras, saben lo que les  gusta y cómo les queda. No se pierde la ilusión del casamiento.

Algunas no entienden mucho qué es el matrimonio pero cuando llegan a la ceremonia caen en la realidad de lo que hicieron y de lo que van
a hacer.

SV| ¿Qué otros aspectos influyen en estos momentos?

EM| Lógicamente influye el tema económico. Entonces trato de ajustar el vestido al presupuesto. El vestido es acorde con lo que piensa gastar la familia. A veces se paga todo entre los novios, y es él quien llama para preguntar por los números.

Por ejemplo, ahora está muy difícil conseguir las telas.  A lo mejor se novios 3 67puede poner un detalle de ese género en un lugar visible y que quede bien pero el resto puede ser más mezcla. Pueden salir cosas muy lindas cuando te las tenés que arreglar con lo que hay. Y no dejo que se amarguen por esto ni un minuto. Trato de enfocarlas; «¿para vos qué significa ese día?» Me ha pasado de decirle: «pará, lo importante es que te vas a casar». Con las creyentes hablamos del valor del sacramento, la ceremonia, lo que significa el lugar.

Algunas entienden más, algunas dudan, otras son más indecisas.

SV| Siempre pienso en esas situaciones en que hay una mamá que quiere imponer o competir.

EM| Pasa de todo porque está la que viene con lo que quiere la hermana, la madre que se quiso poner velo, no se lo puso y entonces se lo pone a la hija. A veces traen algo y lo quieren coser en el vestido.

Opinan la suegra, las amigas. Mi estrategia es decir que sí pero ir a lo  que la novia realmente quiere, a su esencia.

SV| Pero tendrás también tus experiencias duras, ¿no? 

EM| Y, sí, por ejemplo, una novia que venía con la madre y nunca tenía fecha; esa chica tenía el vestido pero nunca se casó. También soy  sensible a cómo se tratan, cómo se hablan, aunque sea por el celu; después te enterás de que se separaron, por más que ya llevaban tiempo conviviendo.

La mayoría de las veces, les puedo decir algo: «No te pelees por el color del mantel, guardate la discusión para algo importante, como el colegio al que van a ir tus hijos». Recuerdo alguna que le quería mentir a su novio el precio del vestido, total la diferencia la ponían los padres, y me salió decirle: «Mirá que no te conviene empezar mintiendo».

Reconozco que me tienen bastante en cuenta para todo, con el  whatsapp me mandan la foto del zapato que se están por comprar para ver si es adecuado. Hay confianza para preguntar lo que sea.

SV| Como en todo, esto es moda, ¿cuáles son las tendencias?

EM| Viene la transparencia, el vestido más finito, más liviano.

No te creas que por eso es más sencillo, necesitan muchas capas sueltas o interiores. Para que el vestido parezca de una sola capa, le ponemos abajo un color natural, un rosita para que quede un vestido muy finito, que no sea transparente, que sea un vestido de novia.

Son gasas, encajes, para seguir la tendencia. Es más trabajo pero es lo que se usa y, dentro de lo que se usa, intento que no sea muy loco. No lo recomiendo si yo no me lo pondría.

SV| ¿Las acompañás?
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EM| Me encanta acompañarlas en el momento que a ellas más les importe. Para algunas es la Iglesia, para otras el momento en que se visten o la sesión de fotos, pero no siempre puedo. Son fines de semana y hay que compatibilizarlo con la familia.

Ahora, por lo que es acompañar, es un momento importantísimo para  que las madres acompañen a sus hijas. Aunque no estén especialmente unidas, aunque se hayan ido a vivir solas o con el novio, en ese momento lo necesitan, están re sensibles, nerviosas. Ese día las tiene que acompañar la madre pero, si no está, hace falta un referente mayor, alguien que, por edad, sea más grande que pueda dar un consejo.

Cuando a algunas les molesta, les digo: «esto recién empieza, vas a ver que los vas a necesitar, van a venir los hijos, vas a tener preguntas».

SV| Y, ¿el novio?

EM| Generalmente el novio no entiende nada del vestido, es cosa más de mujeres, de madres, de madrinas.

Para que te des una idea, mi novio me dijo que estaba muy linda pero del vestido se enteró cuando vimos juntos las fotos. Bueno, no todos son así.

 

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