Todo depende de cómo está formada tu familia, si tenés hijos chicos, la respuesta es sí. Tenemos buenas noticias para vos.
Por María Lescano – Periodista
Los más chicos son los primeros en quedarse en casa a medida que va cerrando el año escolar, mientras a los adultos nos queda un largo, larguísimo diciembre con listas de cosas para hacer, temas por cerrar tanto en lo laboral como en lo familiar y personal. Y, al final, el mes se nos pasa en un abrir y cerrar de ojos.
Pensando en los más chicos
Muchas familias tienen la alegría de contar con el apoyo de los abuelos. Hay abuelos y abuelas que esperan estos días para dar una mano a sus hijos y disfrutar haciendo disfrutar a los nietos. Todo es cuestión de actitud, relaciones, vínculos sanos y positivos entre las distintas generaciones.
A veces pasa que nos vamos cerrando en posiciones que, bien miradas, no tienen razón de ser y estar abiertos para recibir lo que el otro tiene para dar sin exigir lo que “yo” querría y como “a mí” me gustaría.
Las cosas son como son y cada familia tiene lo suyo, la flexibilidad es un gran bien para todos y sacar el yo del medio es algo que contribuye tremendamente a la felicidad propia y de los demás.
Los más chicos necesitan cercanía… ¿quién está para brindarla? Si faltan los abuelos, los tíos o primos para cubrirnos, para dar una mano. También hay jóvenes preparados para hacerlo que quieren ganar unos pesos más para sus vacaciones.
Una mente abierta, que piensa en los más chicos, encuentra soluciones. En nuestros programas de Canal Orbe 21 vas a encontrar muchas opciones. Por qué no unos ratos de lectura como nos propone Cinthia Dobler
También podemos compartirte hoy algunas de las sugerencias que nos dejaron Marina Labayén y Alejandra Campomar cuando nos visitaron en nuestro programa de Canal Orbe 21 y podés ver cuando quieras porque están siempre accesibles.
La imaginación al poder
–Les sugiero tener en casa una caja, un canasto donde haya cosas que “no sirven”… eso creemos. Hay un carrete de hilo, un rollo de papel sin papel, un pedazo de tela, un piolín, papeles, lápices de colores y marcadores, un cartón…
Con estos y todos los elementos más que se nos puedan ocurrir o estén dando vueltas por la casa, dejamos a los chicos en libertad, que hagan lo que quieran con lo que quieran y te van a sorprender, asegura Marina Labayén.
Hay un dato más quizás no tan conocido, la conexión que existe entre la habilidad manual y el desarrollo de los neurotransmisores. Las manos en acción de los niños generan mucho más de lo que podemos ver.