Las neuronas espejo reflejan en tu cara las emociones del otro, si somos conscientes, el resultado puede ser al revés. ¡OJO que surja natural!
TeresaBaro.com – @teresabarocom
Teresa Baró* desde su canal orienta en el manejo de las emociones en la vida cotidiana con ejemplos cercanos y consejos prácticos.
¿Conocés las neuronas espejo y su impacto?
El Dr. Giacomo Rizzolatti y su equipo descubrieron las neuronas espejo en 1996, ahora se trata de aprender a usarlas conscientemente y con naturalidad ¡claro! Si son postizas no funcionan, incluso pueden tener el efecto contrario. Eso se percibe.
Las neuronas espejo reflejan en nuestra cara las emociones de la persona tenemos en frente y, también, podemos transferir las nuestras a los demás.
Las neuronas espejo reflejan en la cara emociones ajenas.
Estas neuronas, nos dice Baró, son necesarias para la comprensión del otro y para la empatía porque permiten emular y contagiar emociones.
La alegría, la tristeza, el mal humor se contagian rápidamente a menos que se actúe de una manera racional y consciente.
Una cara larga y seria comunica mal humor y se impone en el ambiente. ¿Se puede hacer caso omiso del propio mal humor y del de otros? Sí
¿Qué cara pongo?
Se trata, entonces de activar las expresiones en el sentido que nosotros queremos contagiar sin dejarnos arrastrar por otras.
Agrega Baro, un consejo muy efectivo: Al empezar una conversación podemos preguntarnos qué emociones quiero contagiar en la o las personas a quienes me dirijo, a quienes me miran y me van a escuchar. Así, estamos en condiciones de prepararnos para elegir qué “cara poner”.
Elegimos qué “cara poner”
Vivir en sociedad requiere ser conscientes de lo que queremos para los demás y así evitar algo que pueda ser dañino para uno mismo pero también para los demás, para nuestra relación. Es algo genuino, nadie está obligado a reflejar lo que queremos o sentimos en todo momento.
En su libro La expresión de las emociones en hombres y animales (1872), Darwin reconoce que las expresiones faciales de las emociones son adaptaciones evolutivas que tienen un propósito comunicacional. Estas expresiones no sólo reflejan las emociones sino que también pueden repercutir en las de los demás y en las reacciones que generan.
El cerebro y la cara se comunican
Después de Darwin, otros investigadores han estudiado cómo nuestra expresión facial puede influir en nuestro estado de ánimo. Es un impacto bidireccional.
James Lair, cita Baro, nos habla de la emoción en sentido inverso es decir que nuestras expresiones faciales pueden influir en nuestras emociones porque envían señales al cerebro.
Por ejemplo, sonreír puede llevarnos a sentir la felicidad mientras que fruncir el ceño podría aumentar la sensación de disgusto o preocupación.
La cara se convierte en una herramienta muy poderosa para nuestras emociones. Desde su experiencia, la conferenciante comparte que cuando está cansada o preocupada, para no manifestarlo ni contagiarlo a los demás, “cambiá la cara” y adelante.
*Empresaria, consultora, conferenciante y docente.
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