Qué es vivir con entusiasmo, por qué a veces está en nuestro corazón y tantas otras parece que nos abandona… PASIÓN, PACIENCIA Y PERSERVERANCIA.
María Rosa Franch, otra vez, nos trae luz sobre este desafío.
Queremos vivir con entusiasmo y sentimos que viene y va, entonces… Si lo vemos como un modo de estar y vivir buscando tener ideas claras, tal como lo dice la expresión para sentirlo hay que buscarlas primero. La intensidad con que vivimos llega a ser contagiosa y nos mantiene abiertos a lo que nos rodea, sin perder la ilusión en esa búsqueda.
Explorar, buscar, elegir…
El entusiasmo nos hace un poco niños con su capacidad infinita de exploración, de asombro en las cosas sencillas de la vida. Dicho así, es simple, es fácil elegirlo como una forma de vida que se convierte en la suma de pequeños instantes que nos llevan a aquello que deseamos.
Hay algo de actitud pero requiere aprendizaje para llegar a visualizar y anticipar lo esperado y anhelado, como si ya lo tuviéramos. Sin espacio para la duda o la desconfianza.
El entusiasmo y el amor
No sorprende que una persona enamorada viva entusiasmada y una desilusión tire hacia atrás, y es que el entusiasmo tiene mucho que ver con el amor, con nuestra capacidad de amar.
Quienes nos antecedieron, gracias a su amor y entusiasmo alcanzaron los grandes logros de los que ahora nos beneficiamos.
Y cómo recuperar el entusiasmo cuando parece perdido…
Emocionate, dejate sorprender por todo lo que acontece, lo que te acontece.
¿Lo sabías?
Cuando nos referimos al entusiasmo pocas veces tomamos conciencia del significado de la palabra, y menos de su raíz etimológica, que pocos conocen. Es muy interesante, entusiasmo deriva de “éndon” (dentro) y de “Teós” (Dios). Una persona entusiasta es aquella que tiene a Dios dentro.