Las movilizaciones llaman la atención por el nivel alto de adhesión y por las circunstancias de encierro.
Edición María Lescano. colaboradores@sembrarvalores.org.ar
[dropcap]L[/dropcap]a secuencia de movilizaciones que estamos siguiendo nos llaman la atención, sin duda, y nos hablan de compromiso ciudadano. Tal vez del despertar de una ciudadanía que votó y necesita expresar algo que va más allá del voto.
Tampoco las manifestaciones son «la» forma de participar pero muestran algo de ese compromiso. Por eso quisimos recoger algunas opiniones:
¿De dónde sale o cómo se llega al compromiso?
Mariana Aguirre, orientadora familiar nos dice que, La formación moral y cívica es mucho más que una “materia” del colegio secundario, sino la “materia prima” del país. Porque un país es su gente. Y países con mucho menos recursos materiales, pero con una mayor conciencia cívica, han logrado revoluciones fundamentales. Mi propuesta es dejar de lado la típica frase “esto no es para mí”.
Tal vez, un dato que llama la atención es que no son las típicas manifestaciónes propias de las campañas políticas previas a las elecciones, sino que se realizan en un momento de «parálisis» y en un año no electoral.
Entonces le preguntamos, ¿cuál es, según su opinión una ciudadanía basada en valores?
Mariana Aguirre:Una ciudadanía basada en valores tiene otras conversaciones. No se pregunta a quién “hay que votar” o quién nos va a salvar. Se pregunta cómo se hace para que todos se involucren y participen. Es necesario comprometerse con el rol ciudadano porque, en definitiva, el país se hace no solo votando sino, fundamentalmente, participando.
Es necesario comprometerse con el rol ciudadano.
Solamente poniéndonos en camino, con acciones concretas, codo a codo, buscando el bien común y no aisladamente, tirando cada uno para su lado, vamos a poder construir juntos un país con valores, una Argentina posible.
Cuando me tocan este tema me sale preguntarnos ¿qué hemos hecho con nuestro país?, ¿qué podemos hacer para construir el país que queremos?
Del compromiso a la pasión
Con el mismo interés opina nuestro colaborador habitual Felipe Yofre:
Hace varios años, me quedó en la memoria una escena de la película de Behetoven, donde el genial compositor, entre otras cosas, para ganarse la vida, tenía que dar clases a alumnos que prácticamente no sabían nada o muy poco de música. Una demostración importante de grandeza.
En una escena, el alumno se equivoca varias veces, pero Behetoven no dice nada, y por el contrario, en un momento en el cual el aprendiz de pianista no se está equivocando, lo interrumpe y lo reprende severamente.
“Mirá, para un músico, un error es nada, no pasa nada. Lo que no es perdonable para un músico es no poner pasión”.
Todos, cada uno de nosotros ocupamos un lugar en la sinfonía de la vida. A cada uno se nos fue dado un instrumento que debemos hacer sonar para realizarnos y colaborar en la realización de nuestros hermanos.
Obviamente nos vamos y se van a equivocar. Lo que no es perdonable es no poner pasión.
Y, ¿cuál es tu opinión, tu modo de participar? Nos interesa tu opinión y entre tanto…
Compartimos la invitación para el próximo jueves 27/09 de 19 a 20.30 hs a la presentación del libro «Organizando: Pueblo, Poder y Cambio», presentando la metodología de Marshall Ganz con adaptación de Ignacio Ibarzábal. El encuentro es gratuito pero con inscripción previa en este link.
Anotate acá: https://bit.ly/3g9dS62
El libro presenta una serie de prácticas probadas a nivel global para movilizar y organizar personas para impulsar cambios sociales o políticos. En pocas palabras, propone un camino para que las comunidades logren transformar sus recursos en el poder que necesitan para lograr los cambios que quieren.