Por María Lescano, Periodista.
Para ponernos al día respecto de cómo se manifiesta y diagnostica la celiaquía, conversamos con Inés Brizuela que fue diagnosticada hace cinco años y le cambió la vida.
Inés (37) es psicopedagoga y dirige el área de educación en la Fundación Germinare.
Gracias, Inés, por tu buena predisposición para contarnos esta partecita de tu vida.
- ¿Cómo llegaste a conocer que eras celíaca, qué síntomas tenías?
- Fue en 2018, estaba muy anémica y los estudios no justificaban esas manifestaciones como la falta de hierro, la necesidad de suplemento. Entonces, en un segundo pedido de análisis se incluyeron los necesarios para detectar la celiaquía y dieron positivos. Posteriormente tuve que confirmarlos con una endoscopia.
- ¿Te cambió la vida?
- Sí, en ese mismo día empecé a investigar a informarme, a comprar lo necesario para comenzar con la dieta adecuada. En ese momento todavía no conocía a nadie con esta enfermedad y una de mis hermanas, que es nutricionista, me pudo ayudar.
- Más allá de la comida, que no es una cuestión menor, ¿en qué más se notan los cambios?
- Yo diría que es en lo social, no podes ir a comer a cualquier lado, si vas a una fiesta o a cualquier reunión te tenés que llevar tu comida, llegás con tu tuper, tus cubiertos. No podés “confiarte” porque un restorán diga “apto para celíacos”, tenés que preguntar cómo es la cocina, si preparan todo separado.
En este momento de la conversación intercala un dato importante.
No es lo mismo dieta sin gluten que dieta para celíacos
- No es lo mismo dieta sin gluten que dieta para celíacos. Es un asunto muy delicado el de la contaminación cruzada, si no se tiene todo realmente separado, cubiertos especiales, etc. a la persona celíaca le hace mal. Es algo que afecta al largo plazo, no es necesariamente un malestar de momento. Comidas sin gluten hoy se consigue en la vuelta de la esquina. Y cada vez más gente elige comer sin TACC. Es difícil que se entienda porque no siempre sentís que te cae mal o saben que te gusta y te dicen dale, come poquito, no te va a caer mal. Es verdad, tal vez a vos no, pero al intestino sí.
- ¿Cuál es el origen de la enfermedad?, ¿se contagia?
- Parece que es genético, hace cinco años no conocía a nadie celíaco ahora hay en mi familia y también en mi trabajo.
- En resumen, ¿cómo es tu estilo de vida?
- Hoy mi vida es normal, antes había pocas cosas para comer pero ahora hay comidas ricas, casas de tortas, de medialunas todo igual que antes pero preparado de otra manera y con otros cuidados. Solo tengo que prever de llevarme algo a las reuniones.
Y entonces a modo de cierre, Inés pasa un mensajito.
- No es cómodo ir con mi tuper, calentar en la cocina… por eso pienso cuando vas a la casa de alguien o a una reunión que ya saben lo que necesitás, espero, deseo que me pongan algo apto celíaco. Y si queda, generalmente, me lo ofrecen y me lo llevo a casa, lo siento como un mimo.
No dependemos de la harina para ser felices.
Acerca de la Celiaquía:
SIGLO II AC. Un médico de Capadocia llamado Aretaeus habló de una enfermedad que se manifiesta con problemas digestivos acompañados de adelgazamiento y debilidad. También advirtió que el pan no es un alimento adecuado para los niños.
Incluso 10.000 años AC ya se cultivaron distintos granos que aparentemente favoreció la aparición del gluten, la duda es si estas molestias intestinales aparecieron después o si por haber enfermedades más graves, la celiaquía pasaba inadvertida.
ADVERTENCIA: en Argentina ocho de cada diez celíacos desconoce que tiene esta enfermedad.