NI BURROS NI VAGOS

[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»medium»]CHICOS[/button]      La otra cara de la dislexia

Todavía nos cuesta entender y creer que realmente existe la dislexia. Por eso consultamos a los especialistas Gustavo y María Abichacra, quienes nos proponen salir al rescate de los chicos con esta dificultad, conocer cómo influye en sus vidas y en la de sus padres.

CONSUELO ACUÑA DE GEORGALOS | LIC. EN PSICOPEDAGOGÍA | ORIENTADORA FAMILIAR | CONNIE.GEORGALOS@GMAIL.COM

[dropcap]M[/dropcap] e abrí paso entre el alfabeto como si hubiera sido una zarza, inquietándome y rasguñándome con cada letra. Después, caí en manos de esos ladrones, los nueve números, quienes todas las tardes parecían hacer algo nuevo para disfrazarse y evitar que los reconociera. Pero finalmente comencé, con torpeza e incertidumbre, a leer, escribir y calcular, en pequeñísima escala.»

Charles Dickens

Estas palabras del reconocido escritor describen, inquietantemente, lo que siente una persona con dislexia al querer introducirse en la lectura, la escritura y el aprendizaje de las matemáticas.

Llego a lo de María y Gustavo a la hora acordada. Me reciben afectuosamente y enseguida se dispara el tema. Es que está a flor de piel. María es maestra y Gustavo, médico pediatra.

SV| Gustavo, ¿cómo definirías la dislexia en un lenguaje que todos entiendan?

GA| La dislexia es una dificultad para aprender a leer en forma fluida o automática en una persona sana e inteligente. No es una enfermedad.

SV| ¿Cuál es hoy la realidad de un chico con dislexia?

GA| Todavía hay mucho descreimiento y falta de información. Además, hay psicopedagogas que no están preparadas para detectar la dislexia. Entonces, los diagnósticos son tardíos, los chicos llegan a cuarto grado y se estrellan. La dislexia es una realidad: no es que el chico es un vago, un burro, ni que le nació el hermanito. Es una condición que viene con él.

La dislexia es una realidad:
no es que el chico es un vago, un burro,
ni que le nació el hermanito.

MA| La dislexia no es correctamente valorada ni entendida, y es muy frustrante saber que tu hijo se esfuerza y que nunca llega. Y todo lo que recibe del sistema educativo son palos frente a su esfuerzo, porque el tema del disléxico es que por más esfuerzo que haga, no va a alcanzar la meta, si uno lo mide con la misma vara que a la media. La realidad es que nunca va a leer al mismo ritmo que los demás, nunca va a escribir como los demás. Y no es que no quieren: no pueden. Tienen una imposibilidad que viene de fábrica. Y en el sistema educativo te chocás contra una pared. Es como si le pusieras el dedo en la llaga.

SV| Por lo que comentan parece que el papel del colegio va incluso más allá que el de la familia...

GA|
Es esencial, efectivamente, va mas allá de las familias. Si sabés como docente que hay un 10% de chicos que no va a aprender a leer y a escribir porque tiene esta dificultad, vas a estar atento para ir a la pesca y hacer de andamiaje para que estos chicos funcionen. Y después, ir haciendo las adecuaciones necesarias.

MA| Como docente tenés la obligación de despertar las potencialidades de cada chico. Está desprestigiada la profesión docente, hay un desconocimiento de la incidencia que tienen en sus alumnos. Están trabajando con chicos. Los chicos se esfuerzan. Estudian mucho y te dicen: ¡Me fue bárbaro! Y después se sacan un 5 o 6. No es que no entiendan el tema: lo que no comprenden es la consigna. La maestra tiene que ceciorarse de que entiendió. Porque ponen tanto esfuerzo en decodificar, que a veces no entienden el sentido de lo que dice el problema. Necesitan el uno a uno.

GA| Hay que darles la oportunidad, porque a lo mejor, la maestra es la única oportunidad en la vida que tiene ese chico. Darle la oportunidad, que exprese lo mucho o poco que estudió el día anterior. Si emocionalmente no hacen el espacio para que el chico disléxico se sienta cómodo para aprender, no va a aprender. Está comprobado psicológicamente, cognitivamente, médicamente. ¡No aprenden!

SV| Me imagino que el disléxico se da cuenta de su dificultad, ¿no?

GA| ¡Obvio! Y son inteligentes. Si vos le explicás al chico lo que tiene, le das la posibilidad de que se exprese. Así como una docente tiene que saber que su alumno es diabético para no darle un alfajor de chocolate, tiene que saber que ese alumno es disléxico para no darle un texto con letra chica.

SV| ¿Cuáles serían las adecuaciones de las que nos hablabas?

GA| Son cuestiones muy simples: darles más tiempo porque les cuesta leer y por lo tanto comprender, agrandarles la letra y nunca darles una fotocopia poco legible, tomarles los exámenes oralmente. Hay una resistencia enorme a tomarles exámenes orales. No estás pidiendo que les cambien el contenido, ni le estás haciendo un favor al chico. No hay que tomarles cosas más fáciles que a los demás. Hay que tomarles exámenes orales. Pareciera que quisiéramos bajar el nivel de exigencia y llegar a la mediocridad; pero no, al contrario. Es darle la oportunidad.

MA| Sé que tanto en Harvard como en el ITBA hacen adecuaciones presentando un diagnóstico de dislexia…

SV| ¿Cómo los afecta en lo social?

MA| El que es disléxico lo es en todos los ámbitos de la vida, no solo en lo escolar. Pero en el que más incide es en el escolar porque es donde más horas pasa. Es el ámbito donde ellos desarrollan la parte social. Si vos todo el tiempo delante de los compañeros te la pasás diciendo que Fulano no entendió nada, que todo lo que hizo está mal, que su vocabulario es muy escaso, es decir, todas cosas que nosotros sabemos que a un disléxico le van a pasar, le limás la autoestima, además de dinamitarle los amigos. En lo social, por ejemplo: hay chicos que no van al cine con sus amigos porque no llegan a leer los subtítulos.

SV| ¿Cómo influye en la familia?

MA| La incidencia en la familia es enorme. La familia sufre con el chico. Si los padres que ya son adultos sufren, imaginate los chicos. Comúnmente los padres cargan con pena y bronca. ¡Esto tiene que cambiar! Los padres sienten que van a dar el examen con el hijo. También ellos se sienten incomprendidos por el colegio. Mi recomendación es que los padres se empapen y sean siempre empáticos con su hijo. Que no se enganchen con el colegio.

SV| ¿A qué tiene que estar atento el colegio?

MA| A los predictores. Cuanto más temprano lo pescás, mejor. Si después resultó que no es disléxico, lo ayudaste igual y si no, avanzás mucho. En sala de 4 o 5, hay que estar atento a si el chiquito se confunde los nombres de los compañeros, se confunde el nombre de los colores. Los sabe, pero un día dice rojo y al otro día dice azul. Esto no se debe a un atraso, es alteración. Y no hay que esperar: cuanto antes se trabaje la consciencia fonológica (que a cada letra le corresponde un sonido) más herramientas van a tener estos chicos. Un predictor fuerte de la dislexia es la dificultad en el habla. No se relacionan con las letras y con los números. Les cuesta evocar palabras.

SV| ¿Por dónde pasa el éxito del chico disléxico?

GA| El fracaso o el éxito de la persona con disexia pasa por lo emocional. Nada más que por lo emocinal. Porque nos manejamos con emociones. Lo que los hunde y lo que los salva es la palabra. Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que les decimos. Para ellos, tener dislexia es sentir que todo les va a salir mal. Y la verdad es que pueden ser lo que quieran. Tienen el mundo por delante.

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CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE
Julio Verne, Charles Dickens, Mozart, Beethoven, Winston Churchill, Leonardo Da Vinci, Walt Disney, Albert Einstein, Henry Ford, Galileo Galilei, Carl Lewis, Louis Pasteur, Stephen Hawkins, John Lennon, Steve Jobs
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Más info:
www.disfamargentina.org[/notification]

[notification type=»note» title=»»]Disfam
es una entidad sin fines de lucro, española, constituida en el año 2002.
Está integrada por familias con hijos con dislexia, adultos disléxicos y profesionales de diferentes ámbitos que han decidido agruparse preocupados y sensibilizados por las dificultades de aprendizaje durante la etapa infantil y adulta y también por las consecuencias emocionales que este trastorno conlleva.
Gracias a Disfam Argentina, en los tres niveles de los colegios públicos y privados de la provincia de Buenos Aires, rige la Disposición 59/2013 que tiene valor de ley
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Origen: India
El Director es disléxico y vuelca en el personaje lo que él vivió y como se involucran los padres.[/notification]