¿Transitar el duelo mientras cuidás a una persona mayor y enferma?

Cuando el enfermo y el difunto son familiares cercanos la situación puede resultar muy dolorosa, además hay asuntos jurídicos y económicos que atender. Serenidad y especialmente claridad es lo recomendable.

Por Adriana Ceballos y Georgina Azocar @couchingfamilia

Estoy transitando una situación dolorosa y, a la vez, difícil. Se mezcla el amor a mi esposo, el cariño familiar, con la situación económica de cada uno, los derechos que jurídicamente corresponden, unidos a eso que uno da y recibe, sin pensar en reglamentos ni leyes. Me cuesta acertar respecto a cómo actuar en los distintos matices que tiene esta situación.

Es duro cuidar a una persona mayor y enferma. Muy duro y agotador. La urgencia y la necesidad nos demandan, nos desafían y nos interpelan. Mucho más complejo aún si su hijo ha fallecido y sos la nuera de esa mujer que también está sufriendo esta enorme pérdida.

Acompañar

Desde el punto de vista humano, la comprensión, la empatía, la solidaridad seguramente estén presentes en esos cuidados amorosos y necesarios. Ese esposo probablemente esperaría una actitud solidaria y contemplativa hacia su madre. Al mismo tiempo que ejercemos el rol de cuidadores es importante no perder de vista el autocuidado, que será el espacio donde renovar la energía necesaria para continuar acompañando.

Aspectos jurídicos y económicos

Desde el punto de vista económico, este movimiento conlleva gastos permanentes que se deben afrontar y, en este sentido, sería bueno considerar la situación con un abogado, planteando detalles para que en este momento y en el futuro, se barajen bien las alternativas y el lugar en donde cada uno se encuentra situado. En este punto no hay que esperar, es fundamental y esclarecedor conocer nuestras posibilidades y derechos.

El duelo y sus emociones

qué ha ocurrido en el corazón desde esa gran pérdida

Los duelos llevan tiempo, como mínimo un año. A veces es posible llevarlos con paz, con el tiempo necesario para sentir qué ha ocurrido en el corazón desde esa gran pérdida y otras veces, no, dado que hay responsabilidades de las que hacerse cargo. En estos casos el duelo puede postergarse o transcurrir naturalmente a pesar de todo, cursando sus etapas con ecuanimidad y aceptación.

La caja de herramientas

Cada uno tiene distintas herramientas psicológicas, más o menos capacidad para comprender sus emociones, entornos sencillos, colaborativos, o dificultosos. Estar en compañía de personas que nos comprenden y ayudan con paciencia, es lo deseable. Ser sinceros y realistas respecto a nuestras posibilidades es fundamental y recurrir a la herramienta de pedir ayuda es clave para cuidar nuestra integridad tan necesaria para continuar asistiendo.

Si el sentimiento de agobio es muy fuerte se recomienda recurrir a un especialista para lograr superar el trance y celebrar la partida con entereza y resignación.

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