Mitad de año se nos vino de golpe, como casi siempre. Entonces qué mejor que celebrar la vida.
Edición María Lescano – Periodista
Al comenzar a editar esta nota, después de celebrar la vida, me surgía una lista que decía: a pesar de…
Elegí evitar esa lista para poner el pensamiento en positivo, porque son tan reales las cosas que hacemos, que nos pasan que tenemos… son tan reales, digo, como las que parecen buenas y las que no nos parecen tanto.
¿Por qué celebrar?
Porque es una dimensión propia de la vida humana y uno de los momentos en que mejor podemos expresarnos como personas. La forma de hacerlo varía mucho de acuerdo a los ambientes y a las culturas, pero hay una que tiene un sentido muy especial: la fiesta.
¿Qué es celebrar?
Si vivimos la vida como la oportunidad de celebrar aprendizajes, éxitos, superación de dificultades, logros intermedios y decisiones complicadas, entonces nuestra perspectiva de la vida se ha enriquecido.
- Celebrar es un ancla que nos permite tomar conciencia de la confianza adquirida en un aprendizaje.
- Celebrar compartiendo, porque la alegría tiene un innegable efecto contagioso, la fuerza que transmiten las emociones.
- Celebrar permite hacer más foco en el éxito que en el fracaso.
- Celebrar permite cambiar hábitos de pensamiento y permite que el lenguaje sea constructivo y optimista.
- Celebrar facilita vivir con alegría y sentido del humor las situaciones complejas, duras e incómodas del día a día.
- Celebrar es disponer de un tiempo y de un espacio para que, a través de gestos, signos, palabras y actitudes, un acontecimiento se haga realmente vital.
Qué celebrar
«Podríamos nombrar muchos ritos y celebraciones desde que nacemos hasta que partimos de este mundo y todos ellos tienen el valor simbólico de ayudarnos a avanzar y a limpiar cada etapa de la vida. Por esto es que es tan importante celebrar, juntarse, tener todo lindo y vernos hermosos para abrir nuestro corazón al cambio y a la transformación», opina Pilar Sordo, psicóloga y escritora.
En estos tiempos post pandemia cualquier encuentro es ya una fiesta. Y la vida compartida nos ofrece oportunidades, si hay un cumpleaños, la finalización de los estudios, el reencuentro con un ser querido, aniversarios, aprobar un examen, sacar el registro para manejar y mil otras celebraciones van alegrando y enriqueciendo el diario vivir.
Como en la vida de las personas, hay también momentos significativos en las instituciones, en la historia de los pueblos, sin contar las fechas “comerciales” que pueden resultar invasivas o positiva, está en nuestra actitud elegir cómo tomarlas.
Qué es la fiesta
La fiesta es un tiempo que se dedica a celebrar un acontecimiento, permite romper la rutina, experimentar la profundidad de la vida, sentirla como un regalo y descubrir que vale la pena ser vivida. Sin embargo, escuchamos expresiones como: «No vamos a festejar, es demasiado gasto», «No me gustan los festejos, termino muerta», «Estoy con tanto trabajo que tengo ni tiempo para organizar una fiesta», «No me gusta festejar porque cuando soy centro no la paso bien».
Llenamos los festejos de tantos “extras” y estrés que nos olvidamos de «pasarlo bien», es un espacio para celebrar «el bien que nos pasa».
La imagen destacada es de La fiesta inolvidable con Peter Sellers, por si la querés volver a ver.
Para leer más te invito a este link: https://sembrarvalores.org.ar/web/viva-la-fiesta/ una nota de MARCELACAPATTI | ASESORA FAMILIAR | MARCELACAPATTI@YAHOO.COM.AR