Se habla de la huella digital pero ¿qué es? ¿Puede dañar a nuestros niños y adolescentes? ¿Cómo ser usuarios digitales inteligentes?
Edición: María Lescano, periodista
“Vamos viendo”, cada clic que hacemos, cada “Me gusta”, “Me encanta” que pulsamos, las fotos y videos que subimos, las opiniones que escribimos en las redes -aunque pensamos que nadie nos lee-, cada búsqueda, descarga, avance y retroceso con los que operamos en internet, forman y definen nuestra huella digital. Es el rastro que dejamos en internet, igual que la huella que dejamos cuando caminamos en la arena.
Pero, a diferencia de la huella en la arena que se borra con el agua del mar, la huella digital queda en Internet para siempre. No importa que eliminemos el contenido subido, o que quitemos nuestros “Me gusta”: lo que hicimos ahora forma parte del ciberespacio y ya no nos pertenece por completo.
Moverse en un mundo que es digital
Internet es un mundo digital en el que también caminamos donde la huella ya no la vemos, no es privada, ni siquiera podemos acceder a ella. Mirar qué huella vamos dejando es responsabilidad de todos los usuarios.
Sin embargo los adultos -especialmente padres y educadores- tienen una misión que comienza por hablar con los niños y adolescentes para reflexionar juntos sobre la huella que estamos dejando.
Existen algunas pautas que contribuyen a hacernos conscientes de los vestigios digitales que vamos dejando. Pero ¿cómo discernir acerca del contenido que suben/subimos a las redes?
Desde Integralis nos sugieren unos tips:
SABER QUE:
- una vez publicado, el contenido pasa a formar parte del ciberespacio y ya no tenemos total propiedad de él. Por ejemplo, escribimos una broma a alguien que conocemos y nos entiende pero…, no todos lo entenderán así, para el resto, lo que dijimos, lo dijimos en serio.
- Lo del “anonimato” ni que las cosas se borren en “tan 24 horas” es tan cierto: basta con rastrear dispositivos a través de la dirección IP y repostear o hacer captura de pantalla para comprobarlo.
ENTONCES, ANTES DE PUBLICAR nos sugieren tres preguntas acerca de lo que estamos por publicar:
- ¿alguien puede hacerme daño?
- ¿Puede alguien tergiversarlo y lastimarme?
- ¿Estoy yo haciéndole daño a alguien al publicarlo?
SER CRÍTICOS
Sabemos que en Internet no todo es cierto y que muchas veces es difícil distinguir lo que es veraz de lo que no.
ENTONCES NOS SUGIEREN UN EJERCICIO para hacer en familia:
- buscar juntos el perfil oficial de algún jugador de fútbol, cantante o famoso y compararlo con las decenas de usuarios “falsos” que quieren hacerse pasar por ellos y engañar a los seguidores para beneficio propio. De esta manera, se pone en práctica el pensamiento reflexivo y se va desarrollando la capacidad de discernimiento.
SER PRUDENTES
Invitar a nuestros hijos y alumnos a que se pregunten acerca de los límites de la intimidad. Este tema ya toca algo más profundo de nuestro ser, de nuestra personalidad, por eso la reflexión antes de publicar es más necesaria:
- ¿forma parte de mi ser más personal?
- ¿Puedo salir dañado si lo hago?
- ¿Realmente debería publicarlo?
Muchas veces, cegados por el entusiasmo, compartimos en las redes que nos vamos de viaje, dónde estamos, cuándo volvemos. Pero… ¿controlamos quién recibe esa información? Una experiencia frecuente “provocada” por ese entusiasmo: ¿Podemos salir lastimados como familia al compartir que nuestro hogar estará deshabitado por unos días?
Construimos nuestra marca
Lo que compartimos hoy, queramos o no, marca nuestro futuro. Y es posible que, lo que hoy dejamos en nuestra huella digital no nos guste en un futuro próximo. Por eso es fundamental ser prudentes y reflexionar antes de actuar.
Prudencia y audacia
En definitiva, el mundo digital va a ser lo que estamos construyendo hoy.
- un lugar maravilloso lo habitemos con prudencia, solidez y pensamiento crítico y reflexivo, o
- un lugar pobre y falaz en tanto vivamos en él sin premeditar nuestros actos.
UN DESAFÍO
Tenemos la oportunidad de crear grandes espacios digitales capaces de transformar el mundo: ¡contribuyamos a generar contenidos edificantes tanto para nosotros como para los demás!
FOTO: Gracias Martin Di Sisto por la foto de Margarita que fue huésped en tu casa. Llegó de Kiev y viajó al Nor-Oeste de Alemania en donde su mamá tiene familiares.
Si tenés noticias de ellas, nos gustará conocerlas y seguimos alentando la tarea que hacen.: