Victoria Bayá Casal – piscóloga – @vbayacasal
El divorcio afecta a la vida familiar, es una decisión de los padres que introduce cambios muy importantes en la vida de los chicos, ¿cómo se lo comunicamos?
Es raro que un divorcio llegue de “la nada”, los hijos adolescentes o un poco más grandes lo perciben, se dan cuenta de que las cosas no andan bien y pueden sentir un alivio, no les gusta escuchar discusiones, peleas, incluso sienten ese enfriamiento en la relación. Por eso, con los hijos adolescentes puede resultar un poco más fácil tocar el tema y como, sin manifestarlo, seguramente lo vienen pensando, surge la relación, ¡ah como los padres de tal o tal otro!
Es un tema para “sentarse” papá y mamá con sus hijos para explicarles con claridad la decisión de separarse y es algo que no tiene nada que ver con ellos. Que es cosa de grandes y que, tal vez, cuando sean grandes lo van a entender mejor.
Que les quede claro que no hay nada que ellos hayan hecho, muchas veces sienten culpa porque los hice enojar, porque me porté mal. Entonces hay que despejar esa duda, no hay ningún culpable.
Esta decisión se toma para el bienestar de la familia y que más allá de que decidan separarse como pareja, como padres van estar siempre presentes. Transmitirles y buscar que, más allá de los problemas que llevan al divorcio, que siempre es doloroso, está la confianza de que los van a acompañar en su vida para que tengan seguridad de que ellos van a estar bien. Más allá de que no vivan juntos van a estar presentes para acompañarlos y buscar su felicidad, compartir sus decisiones.
¿Cómo generar la conversación?
Recomiendo que esta conversación se mantenga con todos juntos como conversación familiar para, después, poder conversar con cada uno, despejar sus dudas y sus miedos a la vez que queda un espacio abierto al diálogo.
Muchas veces los chicos lo escuchan y lo entienden así: entonces voy a tener dos casas y punto. Pero con el tiempo y los años vuelven las preguntas, por qué, cómo fue. Y pienso que se deben responder tratando de preservar y cuidar la imagen del otro progenitor. Por más que cuando una pareja se separa pueden estar muy enojados, no puede faltar el esfuerzo por preservar la figura del otro progenitor.
Ante algunas preguntas la respuesta será que son chicos y que no se les puede explicar porque son cosas de grandes y que no tiene nada que ver con ellos, que él es muy buen padre, ella, muy buena madre, y por sobre todas las cosas, es una buena persona. Siempre valorarlo, porque uno, como persona, necesita una buena imagen de su padre y de su madre porque de ellos venimos.