¡Últimos días! de la temporada para dejar el pañal

Edición María Lescano – periodista

Las mamás con experiencia te lo dicen y también los especialistas, aprovechá la temporada de calor para que los chicos dejen los pañales.

Generalmente cuando el clima está cálido, en los meses de verano, hay días de vacaciones. Entonces, se da la combinación ideal, la mamá puede estar cerca, observar y acompañar a su hijo en este desafío de abandonar los pañales.

Llamémoslo por su nombre, el control de esfínteres es un proceso de idas y vueltas y es diferente en cada niño. Estamos ante un desafío para padres e hijos. Para el niño es un momento de crecimiento, de desarrollo de su autonomía, a los padres toca acompañarlo con mucha paciencia.

Observar

¿Cómo saber si tu hijo está preparado? ¿Se da cuenta de que tiene el pañal sucio, expresa alguna molestia?, ¿hace algún gesto porque quiere hacer pis o caca?

Además necesita algunas habilidades:

-caminar con seguridad,

-expresarse con palabras,

-comprender algunas indicaciones simples,

-poder bajarse y subirse los pantalones, solito.

Para dejar los pañales el niño tiene que estar biológica, psicológica y afectivamente maduro. Suele darse a partir de los dos años y medio pero cada niño es diferente y su entorno es particular. Será él quien determine el momento.

¿Listos para intentarlo?

Naturalmente, con lenguaje adecuado a su edad, cuando parece que ya listo, llega el momento de explicarle de forma clara y entusiasta que, “como está creciendo”, va a poder ir al baño como los grandes.

Algunos “consejitos” para los primeros intentos: elijamos un momento en el que intuimos que tendrá ganas de hacer pis, por ejemplo, después de desayunar. Esperamos el tiempo que haga falta hasta que haga pipí y después lo dejamos sin pañal unas dos horas, para volver a sentarlo a ver si ya quiere hacer pis o caca.

Que se sienta cómodo, que se tome su tiempo. Los primeros días el ritmo lo establecen los padres, después conviene esperar a que sea el quien tome el control de la situación y reconozca la necesidad.

Son útiles los pañales de transición, ya que el niño o niña puede ponérselos y sacárselos del mismo modo que lo haría con un calzoncillo o una bombacha y al ser absorbentes “disminuyen la gravedad de los accidentes”. 

Volver para atrás

El control de esfínteres supone reconocer la necesidad de ir al baño, saber expresarla y sobre todo, poder esperar. A veces los padres están tan apurados por liberarse de los pañales que no respetan sus tiempos.

Por eso, muchos niños, pasados varios días, e incluso meses, en los que parecían haber empezado a controlar, vuelven a mojarse una y otra vez. Esto suele suceder cuando está jugando o fuera de su casa, porque el control no está logrado del todo, o simplemente porque “hace pis cuando nosotros le decimos que tiene que hacer”.

En este camino hay idas y vueltas, es más importante que el chico se sienta seguro y querido.

No pasa nada, en este camino hay idas y vueltas, es más importante que el chico se sienta seguro y querido a que esté asustado como si usar pañales fuera algo tremendo.

Se trata de “una pausa en el entrenamiento” para retomar luego con entusiasmo renovado y el niño más maduro.

Ni elogios ni retos

La mejor motivación será ver que el niño se sienta acompañado con paciencia y sin presiones.

Los especialistas no recomiendan elogios ni los premios ni castigos. No es bueno que el chico sienta que la felicidad y aprobación de sus padres depende de dónde hace pis o si moja la ropa. Por otra parte, el niño ya siente frustración por no haber logrado mantenerse seco y necesita sentir la confianza en que la próxima vez intentará hacerlo mejor. Sin enojos, ayudándolo a limpiarse y a cambiarse seguros de que está haciendo lo que puede.

¿Todos los logran? 

Todos los niños sanos, aunque haya avances y retrocesos, consiguen el control de esfínteres que puede durar un año o más. Para eso es necesario que sus padres y quienes acompañen en este período estén dispuestos a acompañarlo respetando sus ritmos, sin apuros.

Con este “logro” el niño da un paso adelante en su autonomía.

Datos útiles

-El lugar para hacer pis o caca es el baño. Da lo mismo que sea pelea o inodoro, siempre que sea en el mismo lugar. Un adaptador de inodoro para niños puede resultar práctico.

-Desde lo práctico, el clima del verano favorece este aprendizaje, pero si el niño está maduro podrá lograrlo en cualquier época del año.

-Si se moja seguido, será mejor esperar un tiempo para probar de nuevo. Si es “accidental”, no pasa nada, se seca y se sigue intentando.

-Generalmente los niños controlan primero de día, y con el tiempo van dejando de mojarse en la noche. Lo aconsejable es seguir poniéndole pañales para dormir hasta que deja de mojarlos. No se recomienda despertar al niño en la noche para llevarlo al baño.

-Suele decirse que “las mujeres aprenden más rápido” pero no es un dato exacto

– Que les cueste más o menos, depende especialmente de la madurez de cada uno, nunca es bueno compararlos y menos entre hermanos.

 Ayuditas

-La vieja treta de abrir una canilla y dejar correr el agua sigue funcionando como ayuda para estimular la micción.
-Algunos necesitan un librito o un juguete para entretenerse en ese momento. Conviene que ese objeto sea de uso exclusivo para cuando va al baño.

Créditos María Inés C. de Bayá Casal – Docente

Gracias por la foto de entrada a los papás de Santos y Lulú.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *