Nadie tiene la respuesta, sin embargo, ¡cuántas veces asoma esa pregunta, ese deseo de dejarlo todo!
La experiencia de Ricardo Darín y Florencia Bas agrega sentido común y un modo propio de encarar la crisis que terminó salvando su matrimonio, salvando a ambos. Algo que ellos eligen compartir y ayuda a pensar antes de actuar.
No se trata de tirar todo por la ventana, es un distanciamiento que duró dos años antes del volver a elegirse.
En sus 34 años de casados, lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/ricardo-darin-y-florencia-bas-un-comienzo-explosivo-crisis-separaciones-y-una-historia-de-amor-a-nid30032022/
Para terminar Ricardo le dedica un piropo:
Es una luchadora feroz, y no le tiene miedo a nada. Y lo que ella ha hecho por nuestros hijos es impresionante. También yo he aportado mi grano de arena, pero no se puede comparar”
Ricardo Darín sobre Florencia
Hace unos meses Darín nos dejó otro mensaje que, tal vez nos haga bien recordar. Aunque habla de otras crisis. https://sembrarvalores.org.ar/web/darin-unamonos-demos-lo-mejor-los-humanos-somos-asi/
Edición: María Lescano – Periodista
Cuando las cosas andan mal, cuando la rutina nos invade…. La idea que brota es la de mandar todo a “cierta parte” y en primer lugar a nuestra pareja o a nosotros mismos, mucho depende de a dónde mandemos… Cuando hemos constituido una pareja con proyecto de familia y con el tiempo se ha ido concretando, aparecen los nubarrones de tormenta que oscurecen la visión.
Los nubarrones pueden ser de los más variados, empecemos por el reciente encierro, sumemos las dificultades económicas, más las heridas por tantos seres queridos fallecidos. Después está el carácter de cada uno que se ha ido consolidando, las exigencias de la vida de trabajo y de familia. Y, los chicos a quienes “adoramos”, pero tampoco podemos negar que “impactan en el sistema nervioso”.
Una sociedad en contra
Hay muchas cosas en nuestra sociedad que están en contra de lo que planteamos al principio: matrimonio, pareja estable con proyecto de familia. Cuando la sociedad te pide antes el auto, la mega tele, la casa, el máster, todo antes que ese proyecto…
Cuando el contexto te dice pasala bien, disfrutá. Confunden todo y te dicen ¡Sé feliz! Si esto no te va, ¡cambialo! Sí, como el auto o el celular… ¡claro! pero los chicos y la pareja, no son objetos ¡ah!
Tenés que pensar en vos, tener tiempo para vos, otro mandato social. El gimnasio, un viaje, leer, mirar la serie ¡sin interrupciones! La comida y bebida que me gusta y en el punto que me gusta.
¡Bueno! ¿Por qué no mandar todo a volar? Puede ser porque no llegamos a determinado standard de vida, o porque los gustos son diferentes, o porque hay un par de niños dando vueltas alrededor nuestro que necesitan papá y mamá…
¡Cuánto mal nos hace fingir!
Nos acompaña, somos parte de una sociedad que rechaza el esfuerzo, todo lo que pueda llamarse “pasarlo mal”, no entra en la cultura, en el ambiente que nos rodea. Es más, podemos estar pasándolo mal, pero ¡sh sh! que no se note y ni se te ocurra compartirlo en las redes. ¿Por qué?
Ni se te ocurra compartirlo en las redes
Nos grita nuestra cultura
Porque, aunque sea lo más normal del mundo, a todos hay veces que estamos bien y otras que no, hay veces que las cosas nos salen bien y otras no… Pero, tal vez, la prohibición de decir o de mostrar que estamos mal nos atraganta y cuando llegamos a nuestro límite, todo vuela por los aires.
Hay caminos
Probablemente, hay situaciones que no fueron bien planteadas desde el comienzo, también pudo haber inmadurez, inexperiencia… eso que se cura con los años. Otras, hay un problema serio, puede ser de salud, violencia, adicciones, la famosa “incompatibilidad de caracteres”.
Bueno, para cada cosa hay un camino diferente (o varios), desde el cuidado y control de la salud, a la imposibilidad para la convivencia hay todo un tramo.
La comprensión en los cambios y momentos, a los distintos ritmos de maduración personal y familiar nos ponen en un plano diferente.
María Cornú Labat nos habla de ese falso juego de palabras: Separación – Conflicto – Solución. No es así como funciona la vida. Se trata de buscar juntos alternativas superadoras, y si no nos sale bien juntos, buquemos ayuda, Hoy la tenés al alcance de la mano, presencial o por zoom