Tiempos raros, ¡si los hay! Intentaron “mandarnos” hasta cómo saludar en estas fechas… por eso quiero desear a todos una muy feliz Navidad.
Por Dra. María Amalia Caballero – direccion@sembrarvalores.org.ar
Nos llegan noticias de Europa, la Comunidad Europea indicó que las empresas, instituciones, negocios, al saludar por estas fechas omitan la palabra Navidad para ser inclusivos.
Claro que toda Europa se puso de pie, Navidad incluye a todos los países europeos, negarlo sería negar su identidad y su cultura, así es que tuvieron que hacer marcha atrás en esta pretensión.
¿Por qué lo traigo acá, si somos argentinos? Por varios motivos, a decir verdad.
Los argentinos de norte a sur, en mayor o menor medida, tenemos sangre europea. Son nuestras raíces. La diversidad de culturas que cohabitamos y compartimos este suelo, bajo el mismo cielo, resulta todavía incomprensible para muchos europeos envueltos en conflictos y rivalidades..
Nuestros pueblos originarios, cada vez más presentes, hace varios siglos que abrazaron la Fe y celebran la Navidad y todas nuestras fiestas religiosas.
Fiesta inclusiva
Hace unos años se nos llamaba. Crisol de razas. Tal vez por eso, no nos importó demasiado que las tarjetas de felicitación, las cajas con regalos, las ofertas del súper mercado hablaran de las fiestas en vez de usar la palabra Navidad.
La Navidad misma es una celebración completamente inclusiva, al armar el Pesebre están los descendientes del Rey David, y los pastores de la zona, pocos días después agregamos a los Reyes Magos que vienen de oriente y representan con sus dones las diferentes procedencias.
En el fondo, quiero hacer un llamado de atención porque hay una ideología dominante que intenta arrancarnos lo que tenemos como valor: la vida, la familia, la fe, la educación… sin educación somos presa fácil para esta ideología inconsistente.
El Belén nos enseña a valorar y a recibir con amor: el frío, la pobreza, el abandono, el dolor del emigrante y del inmigrante. También a los ancianos abandonados y / o carentes de recursos. Las decenas de miles de niños, que murieron este año por una ley inicua, nos recuerdan a Herodes.
Cada uno estamos haciendo nuestros planes para esta Navidad, la ternura de ese Bebé que ponemos en medio del pesebre nos estira sus bracitos. Lo recibo, lo beso e invito a compartir esta Feliz Noche buena, a vivir una Santa Navidad, a comenzar un 2022 con el deseo de sembrar a nuestro alrededor los valores, empezando por el enorme valor de la alegría.