Dios mío, ahora ¿qué hemos hecho?

Para volver a reir con estos divertidos personajes y situaciones

Claude y Marie Verneuil ya están acostumbrados a que sus cuatro hijas se hayan casado con maridos de diferentes etnias, el árabe Rachid, el judío David, el chino Chao y el africano Charles. Llegados al momento de la jubilación se proyectan viviendo una tranquila y feliz vejez acompañados por sus hijos y nietos. Pero las familias de sus hijas planean vivir cada una en el país de origen de sus esposos.

Comentario

Uno de los principales aciertos del director Philippe de Chauveron es haber conservado los actores de la primera parte, cada uno es realmente dueño de su personaje. La capacidad de adaptación del matrimonio formado por Claude y Verneuil parece no tener límites. Y siguiendo ese mandato del cine actual aparece también la situación de una pareja homosexual cuando la hija de sus consuegros africanos trae com pareja a otra mujer. Esta secuela es menos adaptable a otros países al poner el acento en las excelencias de algunas comidas francesas así como a las citas de General De Gaulle poco conocidas afuera del país.

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