Por Prof. Eliana Lourdes González – rosarioeliana@hotmail.com Wtsp 223 5298349
Soy Eliana y voy a contarles una historia.
De pequeña, en Mendoza, entre las prietas viñas y alineados manzanares soñaba con ser actriz, azafata, médica o maestra como mi mamá.
Mi familia, compuesta por mi papá, agricultor, mi mamá, Directora de la escuela, mis dos hermanas y mi hermano, vivíamos en la casa de la escuela, en medio de una finca, al pie de la Cordillera de los Andes. Se llama La Consulta porque en ese lugar, San Martin consultó con los Huarpes, que habitaban la región, acerca de los pasos cordilleranos para cruzar a Chile.
Infancia feliz, muy feliz… Transité mi secundario y luego a Mendoza capital, a la Universidad, a estudiar Derecho, por mandato paterno. Tres años y ninguna satisfacción… volví al pueblo.
Buscando una Misión
Allí Mi hermana Cecilia me orientó y apoyó para estudiar Magisterio. Hice la carrera con mi hermana menor Nora, un equipo inseparable.
La maestra dormida en mi despertó, Disfruté de la carrera y del camino elegido. Tuve experiencias maravillosas de trabajo en escuelas rurales y de alto riesgo social.
En ese momento supe que mi MISIÓN EN LA VIDA ES EL SERVICIO A LOS MÁS VULNERABLES.
Tal vez, por eso estudié profesorado de Educación Especial, en la Universidad Nacional de Cuyo, me recibí con medalla de Profesora de Educación Especial. Tuve el honor de ser abanderada. Seguí preparándome con la carrera de Educación de Adultos Ya en Mar del Plata, Estimulación Temprana y talleres de actualización pedagógica.
Mar del Plata
Busqué horizontes en Mar del Plata. Llegue cargada de ilusiones y expectativas comencé a trabajar en dos escuelas especiales, (una de gestión privada y otra estatal).
Como en la Provincia de Buenos Aires el estilo docente es diferente, el mío fue valorado y rápidamente pude acceder a cargos titulares y concursos directivos.
Mientras… me enamoré, me casé y nació mi bella hija Rosario que hoy tiene 30 años, es abogada, una persona amorosa, excelente profesional. Me acompaña en mis proyectos personales y sociales. Participa de un taller en Contexto de Encierro con personas privadas de su libertad en la cárcel de Batan.
Mi tarea docente: MI ORGULLO
Lo mejor de mí siempre a disposición en mis compañeras, superiores, familias, niños y niñas a los que pude brindar mi corazón, mi sabiduría y mi pasión.
Tengo una tocaya, se llama como yo porque su mamá, Verónica, fue mi alumna le puso mi nombre. Qué homenaje, sembré y coseche.
Vero falleció, y Eliana es hoy parte de mis afectos más cercanos nos vemos a diario.
Por el año 2011 me jubilé, dejé paso a mis maestras, no en sentido posesivo, sino maternal. Aquellas que tuve la posibilidad de formar sabedora que nuestros alumnos y alumnas son nuestros MAESTROS UNIVERSALES.
Descansé laboralmente un mes, porque me ofrecieron coordinar ASDEMAR (Asociación Síndrome de Down de Mar del Plata). Una experiencia extraordinaria, su fundadora y Presidenta la Dra. María Esther Abraham, confió en mí. Cada concurrente a ese centro y sus familias se convirtieron en mi familia. Estuve casi cinco años, me despidieron con muchos honores, abrazos, regalos y flores.
Mi espíritu inquieto y mi convicción de que los lugares no son míos y que mi paso enriquece y me enriquece me llevaron a nuevos horizontes.
Ahora CHADIM ong
Mónica y Margarita son dos mujeres adultas con discapacidad intelectual que viven en el Hogar CHADIM (Centro de habilitación de discapacitados mentales). Ambas, sin familia sanguínea, su familia es CHADIM y los que por ahí transitamos.
Comencé a colaborar con la Institución en el año 2018, acompañando a los concurrentes a un viaje a Puerto Pibes Buenos Aires y realizando guardias pasivas fin de semana por medio. La guardia consiste en acompañar, estar alerta a sus necesidades y comunicarme en forma permanente con las enfermeras y auxiliares que trabajan allí. Una o dos veces por fin de semana voy a la Institución para abrazar, acompañar, sostener, dialogar.
Mi alma de maestra me permitió generar un proyecto para que ambas Mónica y Margarita se incluyeran en la escuela de Adultos, no académicamente sino socialmente. Otro espacio, otro ambiente, una vida un poquito más digna. Las acompaña una auxiliar y cuando llegan a la escuela yo me hago cargo de su acompañamiento, concurren tres veces por semana.
Me atrevo a decir que ganaron VIDA.
CHADIM es una ONG que se fundó hace 35 años, consta de Centro de Día y Hogar.
En estos momentos atraviesa una difícil situación económica, que estuvo en peligro de cerrar, de concretarse sería una verdadera catástrofe. Con los hermanos de algunos concurrentes, los profesionales conformamos una nueva Comisión Directiva. Mis tareas incluyen recursos humanos y búsqueda de donaciones. De a poco vamos remando, en equipo.
Tengo alguna experiencia en esto, con mis colegas docentes de 1990 en un servicio agregado de personas con multidiscapacidad, nos reunimos para trabajar en la Escuela Especial 502 y 514 como colaboradoras.
Conseguimos muebles, material didáctico, transporte, turnos médicos, material para el taller de jardinería y peluquería, asesoramiento en trámites relativos a Certificados de discapacidad y pensiones, adecuamos el lugar con pintura, mano de obra, materiales. Compartimos tardes de mates y café con las maestras y los alumnos.
Al anexo le pusimos de nombre “Ezequiel Cabeza” por el primer alumno del servicio ya fallecido, hijo de Diana.
Mi desafío social
Mi necesidad social me llevó por diferentes caminos, fui voluntaria de la Noche de la Caridad desde la parroquia Cristo Rey y en las Misioneras de la Caridad. Cuánto aprendizaje en estos lugares y cuánta posibilidad de AMAR, solo creyendo que hay solo una raza y es la humana.
Se agolpan en mi mente recuerdos, vivencias, momentos que quisiera poder contar, así a borbotones. Mi actual desafío social con personas en situación de calle. Pero, todo esto queda para otra oportunidad.
Se trata solo ver frente a nosotros a otro ser humano.
Con poco podemos hacer mucho… se trata solo ver frente a nosotros a otro ser humano.
Para finalizar quiero compartir un cuento conocido que me hace pensar:
Caminaban por la playa dos personas y observaron en la arena miles, miles de estrellitas de mar, sin agua, al rayo del sol, moribundas y algunas ya muertas.
Una de ellas dice:
- Mira cuántas estrellitas. Van a morir todas.
El otro responde:
- ¿A quién le IMPORTA?
El primero toma una estrellita, la levanta y la arroja al mar diciendo:
- A ésta le importa.
La historia de mi vida personal y profesional es ARROJAR AL MAR, CADA DIA, LA MAYOR CANTIDAD DE ESTRELLITAS.