Estamos atravesando años diferentes, en los que pasar tiempo con uno mismo es mucho más frecuente que antes. Es un gran momento para mirar hacia dentro. De este diálogo interno surge como resultado una relación más equilibrada entre pensar, sentir y actuar.
Edición Jacinta Reynal-estudiante de Comunicación Social-Universidad Austral
Llega un momento en nuestra vida que queremos empezar a trazar nuestro propio camino. No queremos seguir el legado de nadie, sino cumplir nuestros sueños. La adolescencia es como el punto de inflexión en donde empezamos a tomar decisiones importantes. Solemos tener una lista larga de sueños por cumplir. ¿Vos, ya pensaste la tuya?
Frente a esto, la asesora familiar Mariana Aguirre de Ferreccio reflexiona.
Los jóvenes quieren por sobre todas las cosas llegar a ser ellos mismos y que los demás los acepten como son. Buscan afirmarse, ser autónomos y diferenciarse como persona única y distinta.
Una vez escuché: “No permitan que nada ni nadie los haga negociar sus sueños, sus anhelos más profundos”, pero para que esto no suceda primero es necesario conocerse, entrar en diálogo con uno mismo, saber qué pienso, quiero, busco, anhelo…
Aprendamos a escucharnos
Seguimos las recomendaciones de Aguirre que nos ayuda en esta ventura interior:
Al comenzar este diálogo con vos mismo, “conectá el canal de escucha interno” y mirá qué estás sintiendo o pensando para observar lo que decís, lo que sentís, cómo te movés, la intención con la que expresás las cosas.
La soledad es un tesoro que vas a descubrir porque muchas veces es el lugar de encuentro con uno mismo. No le tengas miedo, es un espacio para para crecer y fortalecernos.
No tengas miedo, es un espacio para conocernos.
Iniciamos un proceso que puede resultar sorprendente y espectacular, noes estamos convirtiendo en un observador, no te juzgues, simplemente vas conociendo. Te acercás a la verdad profunda acerca de quién sos. Puede sonar utópico, porque requiere preparación, tiempo dedicación. Y, cuesta encontrar un tiempo para dedicarlo a conocerse a uno mismo, a descubrir por qué y desde dónde digo lo que pienso, elijo, hago.
Te acercás a la verdad profunda acerca de quién sos.
Si, a través de la observación sincera, vamos logrando conocernos, ya podremos preguntarnos, ¿transmito lo que soy?, ¿pienso lo que transmito?
Alinearnos para ver las cosas requiere una constante práctica en la autoobservación, en la meditación, en el autoanálisis. Para llegar lejos la clave consiste en ser sinceros con nosotros mismos. No te sorprendas si al pasar los años, volvés a encontrarte algún auto engaño, que ojalá no sea grave.
A veces nos engañamos a nosotros mismos «para encajar», sentimos que necesitamos «cumplir» con ciertas aputas para ser aceptados, incluso por un amor que es solo aparente, cuando en realidad el amor que buscamos es otra de las fuentes primordiales de la existencia. Detrás del mayor porcentaje de nuestro comportamiento está la búsqueda del amor y la aceptación y, con frecuencia, reaccionamos con miedo o engaño respecto de las expectativas.
Descubriendo quiénes somos
Si nos apreciamos lo suficiente, vamos a reconocer lo valioso que es estar atento a uno mismo. El mundo empieza a crecer en nuestra visión interna, y hacia fuera nos enfocamos en lo que realmente vale de nuestro paso como seres humanos.
Me gusta este ejemplo, dice la asesora familiar: imaginen que somos como un CPU. A la computadora se la alimenta lo necesario para que funcione con los programas que nos ofrecen en la sociedad tecnológica. Además del sistema operativo, se va llenando la memoria con los programas que queremos para que funcione, como Office, anti-virus, juegos, chats, etc. Y luego está toda la información que nosotros guardamos ahí, nuestros archivos. ¿Creen que es factible que este CPU pueda dar una información que no conoce, que no tiene en su memoria? De forma parecida funcionan nuestros registros internos. Por eso, el trabajo de limpiar y ordenar nuestro CPU es enorme y, aunque quizás no logremos limpiarlor del todo, siempre se puede mejorar el nivel de purificación para entrar en contacto con esa parte profunda que es nuestra esencia.
¿Quiénes somos? Responder a esa pregunta será nuestra tarea en esta etapa de la vida.
El ser uno mismo está relacionado con la individualidad de la persona, su autenticidad, con los valores que tiene, los talentos, habilidades y pasiones que lo caracterizan, así como su visión y misión de vida; todo esto será la esencia. Pero primero vamos vaexplorar a fondo cuáles son nuestros valores y conectarnos con ellos.
¿Quiénes somos? Responder a esa pregunta será nuestra tarea en esta etapa de la vida y de cómo la encaremos dependerá que nos vayamos descubriendo y aceptando, para que día a día seamos más nosotros mismos.
Mirate, ¿te conoces? ¿o conoces sólo lo que de vos dicen los demás? Muchas veces queremos encontrar a alguien con quien podamos expresar lo que internamente aún no tenemos claro, pero pocas veces consideramos que siempre contamos con nosotros mismos y que ese deseo de expresión es la propia necesidad de escucharnos.
Mejorar en la comunicación con uno mismo es la base para mejorar tanto a nivel de crecimiento individual, como posteriormente en la relación con los demás, de manera que se puedan establecer relaciones humanas positivas, en lo personal, familiar, laboral, social.
Escuchar, escucharnos, conocer, conocernos es un arte que debemos llevar a la práctica. Es un gran paso para poder trazar nuestro propi camino.
CRÉDITOS: «No te olvides de vivir con vos», por Mariana Aguirre de Ferreccio, Orientadora Familiar.