Cómo decir adiós a este 2020 complejo y dar la bienvenida al año 2021. Mariuqui comparte una consulta que recibe y, que bien podría ser un pedido, que muchos de nosotros querríamos hacerle.
Por Mariuqui Magrane, Asesora Familiar. consultorio@sembrarvalores.org.ar
PREGUNTA
Este 2020 me debatí entre muchos temas, la mayoría relacionados con la enfermedad y la soledad aunque, no faltan otros vinculados a la situación económica tanto personal como de amigos y familiares. En estas últimas semanas se sumó el dolor y la preocupación por esta triste ley que intenta instalar la cultura de la muerte en el país. Mariuqui, ¿con qué actitud mirarías hacia el 2021?
RESPUESTA
Estamos acabando un año de grandes aprendizajes, de dolores, miedos y desconfianza. No vamos a engañarnos, el 2021 nos espera con nuevos desafíos. Mi primera recomendación es que no pierdas tu fe, tu esperanza y tu amor ya que las dificultades y enfermedades, seguramente, habrán fortalecido tu capacidad de superación.
Revisemos juntos algunas actitudes que ayudan a transitar este “pase de año”.
Por ejemplo, el optimismo que, como decisión personal, nos ayuda a salir del miedo.
Dado que lo único que tenemos es el momento presente, si vivimos concentrados en éste: lo que es, lo que tengo, la comprensión de mi propia realidad y de la que me rodea son la causa y la justificación del optimismo.
Otras actitudes sanas podrán ser:
El desarrollo de la capacidad de escucha. Escuchar es “la llave maestra” para abrir corazones que parecen bloqueados. A los demás, tanto como a nosotros, sorprende y maravilla, el sentirse y sentirnos escuchados, con escucha activa.
También, la vida simple, la sencillez que podemos asumir como estilo de vida. No en vano dicen que la sencillez es patrimonio de los “genios” y el camino más corto para llegar a los demás
Si bien no lo decís en tu consulta, sospecho que serás más joven pero, ¿te acordás de una canción del Palito Ortega que dice: “Una sonrisa puede más que todo”, es otro utilísimo abre puertas y corazones. El esfuerzo por sonreír, por sonreír a los demás y sonreírnos a nosotros mismos es de esos empeños que valen la pena, aunque cuesten.
Para el 2021, preparémonos con una buena dosis de solidaridad, que será tan necesaria para todos, con grandes o pequeños gestos de cariño, de tiempo, de dinero y, también, de sonrisas.
Al mismo tiempo que tratás de vivir en solidaridad, vas a estar activando tu actitud agradecida, porque vas valorar más adecuadamente los dones recibidos y huyendo, con éxito, del enorme peligro que significa el resentimiento.
El humor es un efecto o un preludio de la felicidad. El sentido del humor nace espontáneo y, tal como aprendí del profesor J. B. Freire, es distinto de la simpatía y del chiste, por su carácter discreto, velado, tierno. No persigue la risa sonora, la carcajada, sino el gesto amable de una sonrisa.
Por último, quién se sabe necesitado de perdón, reconoce las ofensas que ha hecho, así está en condiciones de perdonar. ¡Me resulta tan ineludible el perdón! Nos libera de la esclavitud del resentimiento y de esa dureza de corazón que nace cuando nos negamos a perdonar.
Tengo algunos regalos para vos y para quienes me siguen a través de este consultorio: amor, respeto y libertad.