Ser padre ¿es contracultural?

Feliz día/semana/mes del padre, a todos los que nos siguen en las redes, a los que contagiamos y con quienes compartimos VALORES.

Hacemos la pregunta directa al especialista, José María Randle.

Sin duda, nuestra sociedad rechaza la imagen del padre, que ha devaluado progresivamente. ¿Cómo “pararse” frente a esta representación social?

¿Cómo es el cara a cara, el día a día con los hijos, cuando nos envuelve el imaginario colectivo o el “modelo dominante”?

¿Qué nos presentan series como Los Simpson, Padre de Familia o Games of Thrones? Incluso en películas como «Papá por siempre», que intenta realzar la importancia paterna, deja mucho que desear.

Esta desvalorización del padre se acrecienta con los ataques que las feministas radicales hacen contra la masculinidad, no se educa a los chicos en el valor de ser varón:

Un padre aporta a la familia seguridad, el nombre y el sexo, la autoestima inicial, la relación con lo trascendente, la separación de lo imaginario con lo real, y otros fundamentales aportes, tanto biológicos y psicológicos como espirituales. Por esto un padre es tan importante y necesita su lugar.          La crisis del padre es de gravedad y de no producirse un cambio en el concepto de la paternidad seguiremos lamentando sus consecuencias, que han sido bastante estudiadas en estos últimos decenios.

Padre y madre

Quizás a las madres les resulta más natural o instintivo el criar o educar a sus hijos, además del natural amor «posesivo» profesado por éstos. Mientras que un papá, necesita aprenderlo y desarrollarlo.

¿Cómo aprenderlo?

Para aprenderlo y desarrollarlo necesita de dos cosas fundamentales:

  • el espacio y aprobación por parte de la mamá,
  • conocer “su” importancia como padre y en sus aportes educativos

Los que están pero no están

            Muchas veces los padres están pero no saben qué hacer con sus hijos, entonces levantan murallas afectivas y todo esto tiene una influencia muy grande en la educación de los hijos. Algunos de los signos de nuestra sociedad como la atracción por el mismo sexo o la violencia tienen que ver con esas carencias.

Se viene la próxima, gracias: Mag. José María Randle[1], Familiólogo y Educador, Instituto de Ciencias para la Familia, Universidad Austral (ARG), www.josemariarandle.org

[1] José María Randle, Orientador Familiar y Licenciado en Ciencias para la Familia por la Universidad Austral (Argentina), Magister en Calidad y Excelencia Educativa por la Universidad de Santiago de Compostela (España).

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